Los termómetros infrarrojos funcionan detectando la luz infrarroja emitida por los objetos. La luz infrarroja es una luz que no podemos ver, pero sí sentir como calor. Por ejemplo, cuando estás cerca de un objeto caliente sientes su calor, aunque no puedas ver la luz que emite. Cuanto más caliente está algo, emite más luz infrarroja. Esta luz puede ser detectada por un termómetro, que luego la utiliza para determinar la temperatura de un objeto. Esto te permite registrar la temperatura sin contacto físico, lo cual es muy útil en numerosos escenarios.
Una de las mejores cosas de los termómetros infrarrojos es que puedes medir la temperatura desde una distancia. Esto significa que no tienes que tocar algo caliente o frío para saber qué tan caliente o frío está. Por ejemplo, para medir la temperatura de un paciente, un médico puede usar un termómetro infrarrojo sin tocar al paciente. ¡Eso es super seguro y mantiene a todos sanos!
Los termómetros infrarrojos se utilizan ampliamente en medicina, seguridad alimentaria, construcción y otros sectores. En la industria alimentaria, estos termómetros aseguran que los alimentos se cocinen a la temperatura correcta para un consumo seguro y saludable. Los alimentos que no se cocinan correctamente pueden volverse peligrosos. En construcción, los trabajadores pueden usar termómetros infrarrojos para determinar si los materiales están a una temperatura adecuada para trabajar juntos mientras se mantienen seguros y de calidad apropiada.
A continuación, veamos con más detalle cómo funcionan los termómetros infrarrojos. Estos termómetros enfocan la luz infrarroja de un objeto sobre un detector dentro del termómetro con una lente especial. El detector es un pequeño sensor que mide la cantidad de luz que recibe. Luego convierte esa luz en una señal eléctrica. Esto significa que el termómetro puede reconocer cuánta luz detecta.
Los termómetros infrarrojos requieren características específicas para proporcionar lecturas precisas. Un parámetro clave es la emisividad. La emisividad es la medida de cuánta luz infrarroja emite el objeto. Diferentes materiales, como el metal o la madera, emiten grados variables de luz. Por lo tanto, los termómetros deben compensar lo que miden. Esto ayuda a asegurar que tu lectura de temperatura sea precisa y confiable.
La relación distancia-punto es otra característica clave. Esto indica qué tan cerca necesitas acercarte al objeto para evitar obtener una lectura inexacta. Cuanto mayor sea la relación, más lejos puedes estar y aún así tomar una lectura de temperatura precisa. Esto es especialmente útil cuando se trata de objetos calientes de los que deseas mantener una distancia segura.
Los termómetros infrarrojos han existido durante décadas, pero siempre hay nuevos diseños y mejoras. Una idea emocionante es usar teléfonos inteligentes como termómetros infrarrojos. Incluso hay aplicaciones que pueden convertir la cámara de tu teléfono inteligente en un termómetro infrarrojo. Esto permite a las personas utilizar estos termómetros para visitas por enfermedad y pruebas en su vida cotidiana, lo que lo hace más barato y fácil. ¡Solo apunta tu teléfono al objeto y la lectura de temperatura estará disponible instantáneamente!